La Mejor Guía de Surf: País Vasco
 
															Antes de que la primera tabla de surf besara las costas de Euskadi, estas olas ya contaban historias. Historias de un pueblo antiguo, de orígenes misteriosos y una lengua, el euskera, que no se parece a ninguna otra en Europa. Para entender por qué el surf ha echado raíces tan profundas aquí, primero hay que mirar al pasado, a la relación de pacto y desafío que los vascos han mantenido desde siempre con el mar Cantábrico.
Desde tiempos inmemoriales, este ha sido un pueblo de marinos. Mucho antes de buscar el tubo perfecto, los arrantzaleak (pescadores y balleneros) se adentraban en estas mismas aguas bravías en frágiles txalupas. Eran maestros en leer las mareas, los vientos y las corrientes. Su legendaria pericia los llevó a perseguir ballenas hasta las heladas aguas de Terranova siglos antes que el resto. No surfeaban por placer, sino por supervivencia, pero en su ADN ya estaba grabado un profundo conocimiento y un inmenso respeto por la fuerza del océano. El mar no era un telón de fondo; era su campo de trabajo, su despensa y, a menudo, su tumba.
Con el paso de los siglos, esta tierra se transformó. Se convirtió en una potencia industrial, con astilleros y altos hornos que teñían la ría de Bilbao de un color acero. Pero incluso entonces, el mar seguía siendo el horizonte, la vía de escape y el punto de conexión con el mundo.
Y entonces, en la década de 1960, algo nuevo llegó a la costa. A pocos kilómetros, en la vecina Biarritz, un grupo de pioneros empezó a deslizarse sobre las olas con tablas importadas de California. Esa chispa no tardó en cruzar la frontera del Bidasoa. Para aquellos primeros jóvenes vascos que se aventuraron a probarlo, el surf no fue una moda extraña; fue casi un reencuentro. Era una nueva forma, lúdica y emocionante, de continuar ese diálogo eterno con el mar. La tabla de surf se convirtió en una nueva herramienta para interpretar la misma energía que sus antepasados conocían tan bien.
Así nació el surf vasco. No en una cultura de playas soleadas y palmeras, sino en una tierra de acantilados verdes, agua fría y gente tenaz. Se impregnó del carácter local, por eso, cuando hoy remas en aguas de Mundaka o Zarautz, no solo estás surfeando una ola. Estás participando, a tu manera, en el último capítulo de una historia de amor y desafío entre un pueblo y su mar. Y ese es el verdadero secreto que hace de este lugar un destino único en el mundo.
Índice de Nuestra Guía de Surf País Vasco
Pioneros y leyendas del surf en Euskadi
Toda gran cultura del surf se construye sobre los hombros de sus protagonistas: los visionarios que remaron las primeras olas, los competidores que llevaron el nombre de su tierra por el mundo y los valientes que desafiaron a los monstruos del mar. Euskadi no es una excepción. Estos son algunos de los nombres propios que transformaron una afición exótica en la pasión que se respira hoy en cada playa.
- La generación del descubrimiento
A mediados de los años 60, tras la chispa inicial en la vecina Biarritz, el surf cruzó la frontera de forma casi clandestina. En una época sin tiendas de surf, sin internet y sin manuales de instrucciones, un puñado de jóvenes llenos de curiosidad y pasión se convirtieron en los padres del surf vasco. En Zarautz, los hermanos José Luis e Iñaki Artetxe son recordados como leyendas, entre los primerísimos en ponerse de pie sobre una tabla, experimentando con materiales y formas que hoy nos parecerían prehistóricos. En la costa de Bizkaia, en Sopelana, nacía el Peña Txuri Surf Taldea, uno de los primeros clubs de surf de toda España, uniendo a una comunidad que aprendía a base de ensayo, error y muchas horas de frío en el agua. Fueron ellos quienes, sin saberlo, estaban sentando las bases de toda una cultura.
- La expansión global
Con el paso de los años, la afición se convirtió en un deporte serio. De esta nueva era competitiva surgió la figura más icónica del surf vasco a nivel internacional: Aritz Aranburu. El surfista de Zarautz rompió todas las barreras al convertirse en el primer vasco y español en clasificarse para el Championship Tour (CT), la élite mundial del surf. Su talento, profesionalidad y carisma lo convirtieron en un referente para miles de jóvenes. Junto a él, es imposible no mencionar a la saga de los hermanos Acero de Getxo (Eneko, Kepa, Iker y Gorka), competidores feroces que dominaron el circuito europeo durante años, con Eneko Acero a la cabeza, cosechando múltiples títulos de campeón de Europa. En esta misma época, la marca Pukas, nacida en Zarautz, pasó de ser un pequeño taller de tablas a convertirse en una de las factorías de surf más prestigiosas del mundo, poniendo a Euskadi en el mapa global no solo por sus olas, sino también por la calidad de sus tablas.
- Los domadores de gigantes
El mar Cantábrico muestra a menudo su cara más salvaje, y se necesita una clase especial de surfista para dialogar con ella. El padre espiritual del surf de olas grandes en Europa es, sin duda, Ibon Amatriain. Respetado por su humildad y su increíble valentía, Ibon fue uno de los primeros en surfear olas como Roka Puta o Playa Gris, demostrando una conexión y un respeto por el mar que inspiraría a toda una generación. Siguiendo su estela, surfistas como Axi Muniain han llevado el surf de olas grandes vasco a otro nivel, no solo domando las bestias locales, sino exportando su talento a olas míticas a nivel mundial como Nazaré.
- La nueva guardia
Hoy, el nivel del surf vasco es más alto que nunca, y una nueva generación de talentos sigue empujando los límites. Natxo Gonzalez, de Plentzia, se ha consolidado como una de las grandes figuras del surf de olas grandes mundial, compitiendo en los eventos más prestigiosos del planeta y mostrando una habilidad increíble en olas tubulares y gigantes. En el surf femenino, Garazi Sanchez-Ortun, de Sopelana, ha sido una fuerza dominante, ganando múltiples campeonatos de España y atreviéndose también con las olas grandes, convirtiéndose en una inspiración y un modelo a seguir para las nuevas generaciones de chicas surfistas.
 
															El escenario mundial: Las grandes competiciones de surf en el País Vasco
El surf, aunque a menudo se percibe como un estilo de vida libre y sin reglas, tiene un circuito profesional altamente competitivo y estructurado que lleva a los mejores atletas del mundo a las olas más increíbles del planeta. Entender este circuito te permitirá disfrutar más del deporte y saber qué eventos de talla mundial puedes llegar a presenciar, a veces, en las propias costas vascas. La entidad que rige el surf profesional a nivel mundial es la World Surf League (WSL). La WSL organiza una pirámide de competiciones diseñada para coronar a los campeones del mundo cada año.
La Pirámide de la WSL: El Camino a la Cima
Imagina el circuito profesional como una pirámide con tres niveles principales que los surfistas deben escalar para llegar a la gloria:
- Qualifying Series (QS)
Es la base de la pirámide y el circuito más abierto. Cientos de surfistas de todo el mundo compiten en eventos QS celebrados en una gran variedad de playas. Estos torneos tienen diferentes categorías (QS 1,000, QS 3,000, QS 5,000), que otorgan más o menos puntos al ganador. El objetivo es acumular suficientes puntos a lo largo del año para clasificarse al siguiente nivel. Las costas de Euskadi y sus alrededores son paradas habituales de este circuito.
- Challenger Series (CS)
Este es el segundo y decisivo escalón. Solo los mejores surfistas del QS consiguen una plaza para competir aquí. Es un circuito reducido, con solo 8 eventos en olas de gran calidad por todo el mundo. La presión es máxima, ya que al final de esta mini-liga, los 10 primeros hombres y las 5 primeras mujeres del ranking obtienen el premio soñado: una plaza en la máxima categoría.
- Championship Tour (CT)
Es la cima de la pirámide, la «Fórmula 1» del surf. Aquí compiten únicamente los 34 mejores hombres y las 17 mejores mujeres del mundo. El CT consiste en una gira de 10 eventos en las olas más perfectas, peligrosas y legendarias del planeta, como Pipeline en Hawái, Teahupo’o en Tahití o Jeffreys Bay en Sudáfrica. El surfista que demuestra ser el mejor en esta variedad de condiciones se corona, al final de la temporada, como Campeón del Mundo de Surf. El surfista vasco Aritz Aranburu fue durante años un integrante de esta élite.
Euskadi en el foco internacional: Competiciones en casa
El País Vasco no solo ha producido grandes surfistas, sino que también ha sido sede de eventos de talla mundial.
- El recuerdo legendario del Mundaka Pro:
Durante varios años, la ola izquierda mágica de Mundaka fue una parada oficial del Championship Tour (CT). Esto significaba que los mejores surfistas del mundo, como Kelly Slater, Andy Irons o Mick Fanning, venían a Euskadi a competir en una de las mejores olas del planeta. La increíble calidad de la ola, junto a la pasión del público local, convirtieron al Mundaka Pro en uno de los eventos más especiales y esperados del circuito. Aunque ya no se celebra por la dificultad de asegurar que la ola rompa en la ventana de competición, su legado es imborrable.
- Los eventos QS actuales:
Hoy en día, la costa vasca y sus alrededores siguen siendo un punto clave en el calendario internacional, sobre todo en el Qualifying Series (QS). El Pro Zarautz es uno de los eventos con más historia de Europa, y cada año atrae a surfistas de altísimo nivel que buscan puntos cruciales. Del mismo modo, el Pro Anglet, en el País Vasco francés, es otra parada fundamental del verano europeo. Estos eventos son una oportunidad fantástica para ver surf de clase mundial en directo, disfrutar del increíble ambiente y animar a los talentos locales.
 
															¿Por qué surfear en el País Vasco?
Elegir el País Vasco para un surftrip es apostar por una experiencia total, donde la calidad del mar es solo el punto de partida. Primero, está la garantía casi inigualable de sus aguas: el Golfo de Bizkaia funciona como una incesante factoría de olas, ofreciendo una consistencia que convierte cualquier escapada en una apuesta segura. Pero no es solo la cantidad, sino la extraordinaria diversidad lo que lo eleva a otro nivel; en pocos kilómetros conviven la perfección tubular y exigente de Mundaka, un sueño para los más expertos, con las espumas nobles y seguras de Hendaya, el campo de juego ideal para dar tus primeros pasos. Esta vivencia acuática se enmarca en un escenario que corta la respiración, un anfiteatro natural donde el verde intenso de los prados se derrama por acantilados vertiginosos hasta encontrarse con el azul del mar, salpicado por la estampa de coquetos pueblos pesqueros. Es en este entorno donde ha florecido una cultura del surf de una autenticidad palpable; aquí, deslizarse sobre las olas no es una moda pasajera, sino un estilo de vida que se respira en las tiendas con solera, en el trabajo de los shapers locales y en un profundo respeto por el océano. Y cuando la sesión termina y el salitre aún está en la piel, Euskadi despliega su otro gran tesoro, una gastronomía legendaria que funciona como la recompensa perfecta al esfuerzo, desde la ruta sagrada del pintxo hasta el ritual del chuletón en un asador o la fiesta de una sidrería. Finalmente, lo que cohesiona esta oferta casi perfecta es la facilidad con la que puedes explorarlo todo, gracias a una red de transporte eficiente que te permite saltar de una playa icónica a un pueblo con encanto con una comodidad asombrosa, dejando que tu única preocupación sea decidir qué ola surfear o qué delicia probar a continuación.
El corazón del surf vasco: Las playas imprescindibles
El litoral vasco se divide en tres provincias: Bizkaia, Gipuzkoa y, al otro lado de la frontera, Lapurdi (País Vasco Francés). Cada una tiene su propia personalidad y sus propias joyas.
Bizkaia
La costa vizcaína es salvaje, escarpada y hogar de algunas de las olas más serias y veneradas de Europa. Es el territorio de los que buscan emociones fuertes, pero también esconde rincones amables para aprender a surfear.
Nivel Avanzado
- Mundaka: La reina indiscutible. Hablar de surf en Europa es hablar de Mundaka. Esta ola de izquierdas, larga, hueca y perfecta, que rompe en la desembocadura de la ría de Urdaibai (Reserva de la Biosfera), es un fenómeno de la naturaleza. Solo apta para surfistas expertos y con mucho control, ya que los días buenos la competencia en el pico es intensa.
- Punta Galea: A las afueras de Bilbao, en Getxo, se encuentra este monstruo. Una derecha que rompe sobre un acantilado y que aguanta tamaños gigantescos, formando parte del circuito mundial de olas grandes. Verla romper desde los acantilados es un espectáculo, surfearla es solo para una élite.
- Meñakoz: Cerca de Sopelana, esta es otra de las bestias de la costa vizcaína. Una derecha salvaje y peligrosa que rompe sobre fondo de roca y puede ofrecer tubos masivos. Solo para expertos muy preparados física y mentalmente.
Nivel Intermedio
- Sopelana (Playas de Arrietara-Atxabiribil y Barinatxe): Es el epicentro del surf popular en Bizkaia. Con un ambiente surfero increíble durante todo el año, ofrece múltiples picos a lo largo de su extenso arenal. Barinatxe, conocida como «La Salvaje», es un spot muy consistente.
- Bakio: Un arenal muy abierto que recoge bien el mar, ofreciendo olas divertidas y maniobrables. Es una opción excelente para surfistas de nivel intermedio que quieren escapar de las multitudes de Sopelana.
- Laga: Posiblemente una de las playas más bellas de la costa vasca, enclavada en la Reserva de Urdaibai. Ofrece olas de mucha calidad, especialmente con vientos del sur y marea baja. Surfear aquí es una experiencia mística.
Nivel Principiante
- Plentzia: La playa por excelencia para la iniciación en Bizkaia. Su bahía protegida ofrece olas muy suaves y espumas largas, ideales para aprender a ponerse de pie con total seguridad.
- Ereaga (Getxo): Aunque más conocida por los bañistas, con las condiciones adecuadas, esta playa urbana puede ofrecer olas pequeñas y fáciles, perfectas para una primera toma de contacto.
Gipuzkoa
Gipuzkoa es la cuna del surf vasco. Aquí nació la afición y aquí se encuentran algunas de las playas más icónicas, con una vibrante cultura surfera y ciudades tan espectaculares como San Sebastián.
Nivel Avanzado
- Roka Puta (Getaria): Su nombre lo dice todo. Es una de las derechas más potentes y temidas del Cantábrico. Rompe sobre un lecho de roca afilada y solo es apta para surfistas muy experimentados que sepan leer bien el mar y sus peligros.
- Playa Gris (Getaria): Vecina de la anterior, es una ola que solo despierta con las marejadas más grandes del invierno. Un spot de olas gigantes que impone respeto solo con mirarlo.
Nivel Intermedio
- Zarautz: La capital del surf vasco. Su playa de más de 2 kilómetros es una fábrica de olas y un vivero de campeones. Ofrece infinidad de picos a lo largo de toda la playa, adaptándose a diferentes niveles, aunque es el paraíso para el surfista intermedio.
- Playa de la Zurriola (San Sebastián): La playa urbana más surfera. En pleno corazón de Donostia, el barrio de Gros vibra al ritmo de las olas de la Zurriola. Ofrece picos de izquierdas y derechas muy divertidos y es un punto de encuentro para locales y viajeros.
- Deba: Un spot muy completo que ofrece olas de calidad en su playa principal y en la desembocadura de la ría. Es una gran alternativa a las playas más masificadas.
Nivel Principiante
- Hendaya (País Vasco Francés): Cruzando la frontera, a pocos minutos de Irún, se encuentra la que es, sin duda, la mejor playa para aprender a surfear de toda la región. Sus 3 kilómetros de arena, su suave pendiente y sus olas largas y progresivas la convierten en un lugar idílico y seguro para la iniciación.
Los secret spots
Parte de la aventura de un surftrip es buscar y encontrar esas olas que no aparecen en las guías. El País Vasco está lleno de pequeñas calas y rompientes que, con la combinación perfecta de marea, viento y oleaje, pueden regalarte la sesión de tu vida. No te daremos las coordenadas, pero sí algunas pistas: explora la costa entre Bakio y Bermeo, investiga los alrededores del Flysch de Zumaia y no subestimes las pequeñas calas escondidas entre los pueblos pesqueros. Recuerda siempre la regla de oro: observa, respeta a los locales y deja el lugar mejor de lo que lo encontraste.
 
															Guía práctica del surfista en el País Vasco
Conocer las playas es el mapa del tesoro, pero esta sección es la brújula, el astrolabio y el diario de bitácora que te guiarán hacia la sesión de tu vida. Planificar un surftrip al País Vasco requiere entender el pulso del Cantábrico, sus ritmos y sus secretos. Aquí desmenuzamos cada variable para que no dejes nada al azar y aproveches cada segundo de tu aventura, desde la elección del neopreno hasta el código no escrito para ganarte el respeto en el pico.
El timing es clave
Elegir cuándo venir es crucial, ya que el mar cambia radicalmente. Aquí tienes un resumen práctico para planificar tu viaje:
- Otoño (Septiembre - Noviembre): La Mejor Época
Es la temporada estrella. El Atlántico envía sus primeras marejadas potentes y ordenadas, los vientos del sur (offshore) son frecuentes y el agua mantiene una temperatura agradable. Las playas están mucho menos concurridas que en verano. Es el momento ideal para surfistas de nivel intermedio y avanzado que buscan olas de calidad. Neopreno: 3/2 mm, pasando a un 4/3 mm a finales de noviembre.
- Invierno (Diciembre - Febrero): Solo para Expertos
La estación más dura y exigente, con las olas más grandes y potentes del año. Las condiciones son frías y a menudo tormentosas, solo aptas para surfistas con mucha experiencia. Es la temporada de las olas gigantes. Neopreno: 5/4 mm con gorro, escarpines y guantes es imprescindible.
- Primavera (Marzo - Mayo): Temporada de Transición
Una época impredecible que mezcla los últimos coletazos de las marejadas invernales con días más calmados y soleados. Puedes encontrar sesiones excelentes, pero requiere paciencia y estar atento a la previsión. Buena para todos los niveles por su variedad. Neopreno: 4/3 mm es la apuesta más segura.
- Verano (Junio - Agosto): Ideal para la Iniciación
Las olas son más pequeñas y suaves, perfectas para aprender a surfear. El agua está cálida y el ambiente es muy animado, pero las playas están muy concurridas. Es fundamental respetar las zonas de bañistas. Las mejores sesiones suelen ser a primera hora de la mañana. Neopreno: Traje corto (shorty) o incluso en bañador en los días más calurosos.
Tips prácticos para el surfista viajero
No te limites a mirar si hay olas. Aprende a interpretar las previsiones para elegir el spot adecuado cada día.
- Swell (Oleaje):- Fíjate en el tamaño (altura de la ola), el periodo (tiempo en segundos entre olas; un periodo largo, >10s, indica más fuerza y calidad) y la dirección (la ideal para la mayoría de spots es Noroeste). 
- Viento:- Es el factor clave. Busca siempre vientos offshore (del sur/sureste para la mayoría de spots). Los vientos onshore (norte/noroeste) «chopan» el mar. 
- Mareas:- El Cantábrico tiene mareas muy vivas, con desniveles de hasta 4-5 metros. Esto lo cambia todo. Algunos spots (como Mundaka) solo funcionan en marea baja. Otros (muchos beach breaks) están mejor en marea media. Y algunos rompientes de roca necesitan la marea alta para ser seguros. 
- Herramientas:- Además de las clásicas Magicseaweed y Surfline, consulta fuentes locales como la sección de webcams y previsiones de Euskal Surf. Las boyas meteorológicas del Gobierno Vasco pueden darte datos muy precisos en tiempo real. 
El código del agua
Para que tu experiencia en las olas vascas sea positiva, es fundamental entender que el surf se rige por unas normas de seguridad y convivencia universales. No se trata de limitar la diversión, sino de garantizar que todos puedan disfrutar del mar de forma segura y respetuosa.
- La prioridad es la clave:- La regla más importante. El surfista posicionado más cerca de donde la ola empieza a romper (el pico) tiene preferencia absoluta para surfearla. Antes de remar, mira siempre hacia el pico para asegurarte de que no hay nadie con prioridad. 
- No «salpicar» la ola del otro:- Remar y coger una ola en la que otro surfista ya va montado (conocido como «hacer un drop» o «saltar») es la infracción más grave. Es extremadamente peligroso y una falta de respeto que genera conflictos inmediatos. 
- Rema con inteligencia:- Al volver hacia la zona donde rompen las olas, hazlo siempre por los canales (zonas de menos corriente y sin olas) o por la espuma. Nunca remes por la trayectoria de alguien que está surfeando una ola; le obligarías a esquivarte, arruinando su maniobra y creando una situación de riesgo. 
- Comunica y sé predecible:- Una comunicación sencilla puede evitar muchos problemas. Si vas a coger una ola, puedes indicar la dirección («¡izquierda!» o «¡derecha!»). 
- Respeta a los surfistas locales:- En cualquier playa del mundo, los surfistas locales merecen un respeto especial. Han crecido con esas olas y las cuidan. Entra al agua con una actitud humilde, observa el ambiente, espera tu turno pacientemente y un saludo («Kaixo») siempre será un buen comienzo. No intentes acaparar todas las olas; comparte y serás bienvenido. 
Material: alquiler, compra y reparaciones
- Alquiler: Encontrarás excelentes tiendas de alquiler en los principales focos surferos (Sopelana, Zarautz, San Sebastián).
- Traer tu Propia Tabla: Si eres un surfista intermedio o avanzado, nada como tu propia tabla. Las aerolíneas suelen cobrar un extra por equipaje deportivo.
- Reparaciones (Ding Repair): Los toques son inevitables. Hay talleres de reparación excelentes (shapers locales y tiendas) que te dejarán la tabla como nueva en poco tiempo.
Aprender de los mejores: Escuelas y Surf Camps del País Vasco
Tanto si es tu primer día sobre una tabla como si quieres pulir tu cutback, la oferta de enseñanza en Euskadi es de primer nivel.
- ¿Qué buscar en una buena escuela de surf?- Instructores titulados: Asegúrate de que los monitores tengan titulación oficial (de la Federación Vasca o Española de Surf, por ejemplo). 
- Ratios pequeños: Idealmente, no más de 5-6 alumnos por instructor. Esto garantiza atención personalizada y seguridad. 
- Material de calidad: Las tablas de iniciación deben ser de espuma (softboards) y estar en buen estado. 
 
- La experiencia del Surf Camp
Un surf camp es mucho más que clases de surf. Es vivir y respirar surf 24/7. Es ideal para viajeros que van solos, ya que fomenta la convivencia y crea un ambiente increíble. Suelen ofrecer paquetes que incluyen alojamiento, clases, material, y a menudo otras actividades como yoga, video-corrección de tus sesiones, barbacoas o excursiones.
- Surf Guiding para avanzados:
Si ya tienes un buen nivel pero no conoces la zona, contratar un surf guide es una inversión inteligente. Un surfista local te llevará al mejor spot del día según tu nivel y las condiciones, te explicará las corrientes, entradas y salidas, y te ayudará a integrarte en el pico.
 
															Más alla de la orilla: Sumérgete en la experiencia vasca
Un surftrip al País Vasco es una oportunidad única para descubrir una cultura, una gastronomía y un estilo de vida que te cautivarán.
La Gastronomía
Si las olas son el corazón que bombea la adrenalina en la costa vasca, la gastronomía es, sin duda, su alma. Aquí, la comida trasciende la mera nutrición para convertirse en el epicentro de la vida social, el lenguaje universal para celebrar, para cerrar tratos, para consolar y para vivir. Comer en Euskadi no es un acto, es un ritual. Es el murmullo reverencial en un asador al llegar un chuletón, es el estruendo alegre de una barra de pintxos a mediodía, es el grito ancestral de «¡Txotx!» en una sidrería.
- La religión del pintxo: Un universo en miniatura
Olvídate del concepto de «tapa». El pintxo es otra dimensión. Es alta cocina en formato de bocado, una explosión de creatividad y sabor clavada con un palillo sobre una rebanada de pan, o servida en una pequeña cazuela. La barra de un bar vasco no es un simple mostrador; es una galería de arte comestible. La experiencia del «pintxo-pote» o «txikiteo» es la quintaesencia de la socialización vasca. Consiste en ir de bar en bar, tomando un «txikito» (un vino corto) o un «zurito» (un trago corto de cerveza) acompañado de un pintxo. La clave es no quedarse quieto. Se toma uno o dos por local y se avanza al siguiente, convirtiendo las calles de la Parte Vieja de San Sebastián o las Siete Calles de Bilbao en un festín itinerante.
- El templo del fuego: Asadores y el culto al producto
Si hay un mandamiento en la cocina vasca es: «Amarás el producto sobre todas las cosas». Y el lugar donde este mandamiento se cumple con fervor religioso es el asador, la parrilla. Aquí no hay salsas que enmascaren, solo la alquimia del fuego, el acero y un producto de calidad insuperable.
- El txuletón: No es un filete, es una experiencia. Hablamos de un corte de lomo alto de vaca vieja y gorda, madurado durante semanas para concentrar su sabor.
- Tesoros del cantábrico a la brasa: La misma filosofía se aplica al pescado. En pueblos costeros como Getaria u Orio, el aroma a pescado a la brasa impregna el aire. La estrella es el rodaballo, cocinado entero en una besuguera (una parrilla con forma de pinza) que permite girarlo sin que se rompa.
 
- El grito de ¡Txotx!: La mágica experiencia de la sidrería
Entre enero y finales de abril, las colinas del interior de Gipuzkoa, especialmente alrededor de Astigarraga, acogen uno de los rituales gastronómicos más auténticos y divertidos: la temporada de sidrerías (sagardotegiak). No es un restaurante, es una fiesta comunal en un caserío donde se come de pie, entre gigantescas barricas de madera (kupelas).
- El menú inmutable: El menú es fijo y poderoso, diseñado para soportar la acidez de la sidra. Se empieza con una tortilla de bacalao jugosa, seguida de tacos de bacalao frito con pimientos verdes y, como plato principal, el inevitable txuletón a la brasa. El postre consiste en queso Idiazabal de oveja latxa, servido con membrillo y nueces.
- El ritual del txotx: Lo que hace única la experiencia es la sidra. A lo largo de la comida, alguien grita «¡Txotx!». Es la señal. Todo el mundo se levanta, copa en mano, y acude en fila a una de las kupelas.
 
- El vino de la costa: El frescor cítrico del txakoli
El Txakoli es la banda sonora líquida de la costa vasca. Este vino blanco, joven, afrutado y con una ligera aguja (burbuja fina), es el compañero perfecto para el marisco y los pintxos. Se escancia desde cierta altura, como la sidra, para que el vino «rompa» en el vaso, liberando todo su potencial aromático y su carbónico natural.
Moverse por Euskadi
Euskadi es una región compacta y extraordinariamente bien conectada, lo que facilita enormemente la exploración de su costa.
- En coche
Conducir sigue siendo la opción más flexible, casi imprescindible si tu objetivo principal es el surf.
- Libertad absoluta: El coche te da la autonomía para madrugar en busca de la sesión perfecta al amanecer (dawn patrol) antes de que empiece el transporte público, o para cambiar de playa a última hora si el viento o la marea no acompañan.
- Autopistas vs Carreteras escénicas: La autopista AP-8 (la Autopista del Cantábrico) es la vía más rápida para conectar Bilbao, Zarautz y San Sebastián. Si no tienes prisa, la alternativa es la carretera nacional N-634. Esta es la auténtica ruta surfera, una carretera espectacular que serpentea por la costa.
- Aparcamiento: El principal inconveniente del coche es el aparcamiento, especialmente en verano.
 
- En transporte público
Te sorprenderá la eficiencia y la capilaridad del transporte público vasco.
- Euskotren: Este tren de vía estrecha es la joya de la corona para moverse por la costa de Gipuzkoa. Un punto clave para los surfistas: está permitido viajar con tu tabla de surf (normalmente sin coste adicional, aunque consulta la normativa vigente).
- Autobuses (Lurraldebus y Bizkaibus): La red de autobuses llega donde no lo hace el tren, cubriendo prácticamente todos los rincones de la costa. Un consejo local: hazte con una tarjeta de transporte recargable (Barik en Bizkaia o Mugi en Gipuzkoa).
- Metro Bilbao: Para los surfistas que se alojen en Bilbao, la Línea 1 del metro es un gran aliado. Te acerca a la costa de Getxo, con paradas como Larrabasterra, desde donde puedes caminar unos 15-20 minutos hasta las playas de Sopelana.
 
- En furgoneta camper o autocaravana
Viajar en furgoneta es el sueño de muchos surfistas y una práctica muy extendida en la costa vasca.
- Importante: regulación y respeto: En los últimos años, las normativas para pernoctar se han endurecido mucho, sobre todo en primera línea de costa durante el verano. Para evitar problemas, lo más recomendable es utilizar las áreas de autocaravanas designadas o los campings.
 
- En bici
La red de carriles bici o «bidegorris» ha crecido enormemente, convirtiendo la bici en una opción ideal para trayectos cortos y para disfrutar del paisaje a otro ritmo.
Dónde alojarse
Encontrar el campamento base perfecto es clave para cualquier surftrip. El País Vasco ofrece un abanico de opciones que se adapta a todos los estilos y presupuestos, desde la inmersión total en la cultura surfera hasta la tranquilidad de un caserío tradicional.
- Surf houses y hostels
Esta es, sin duda, la mejor opción si viajas solo o con amigos, buscas un presupuesto ajustado y, sobre todo, quieres vivir el surf las 24 horas del día.
- Ambiente: Espera un ambiente joven, internacional y muy dinámico.
- Servicios enfocados al surf: Su gran ventaja es que todo está pensado para el surfista.
- Ubicaciones clave: Zarautz, el barrio de Gros en San Sebastián, y Sopelana son los epicentros de este tipo de alojamientos.
 
- Apartamentos turísticos y casas rurales
Ideales para familias, parejas o grupos de amigos que valoran la independencia, la privacidad y una experiencia más local y tranquila.
- Apartamentos turísticos: Alquilar un apartamento te da la libertad de tener tu propio espacio y horarios.
- Casas rurales: Para una desconexión total y una inmersión en la Euskadi más auténtica, elige un caserío vasco.
 
- Hoteles y pensiones
La oferta hotelera tradicional es vastísima y abarca desde opciones sencillas y con encanto hasta el lujo más sofisticado.
- Campings y áreas de autocaravanas
Una opción fantástica para los amantes del aire libre y la que ofrece el contacto más directo con el entorno natural de la costa vasca.
- Ubicaciones estratégicas: Hay campings en lugares privilegiados para el surf. El Camping de Zarautz, situado en lo alto del acantilado, ofrece unas vistas panorámicas espectaculares de toda la playa. El Camping de Laga está inmerso en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, a un paso de una de las playas más salvajes y bellas.
 
 
															Planes imprescindibles si viajas a Euskadi
El País Vasco es un territorio donde el alma se expresa en cada rincón, desde el titanio de un museo vanguardista hasta la piedra de un caserío centenario. Más allá de la costa y las olas, te espera un viaje fascinante a través de una cultura única, forjada entre el mar y la montaña, que ha sabido reinventarse sin perder jamás su esencia.
Bilbao
La capital vizcaína es el ejemplo perfecto de la resiliencia y la transformación vasca. La ciudad que fue el motor industrial de España, gris y obrera, renació de sus cenizas para convertirse en un referente mundial de arte y arquitectura.
- El Museo Guggenheim
No es solo un museo, es el icono que lo cambió todo. La obra maestra de Frank Gehry es un espectáculo en sí misma. Su construcción provocó el llamado «Efecto Guggenheim», un fenómeno de regeneración urbana estudiado en todo el mundo.
- El casco viejo (Las Siete Calles)
Sumérgete en el laberinto de las Siete Calles originales de la villa. Aquí encontrarás el bullicio de la vida local, con tiendas centenarias, bares de pintxos con un ambiente increíble y edificios cargados de historia.
- Más allá del centro
Para una vista panorámica que te dejará sin aliento, coge el clásico Funicular de Artxanda. Y si eres un amante del arte, el Museo de Bellas Artes alberga una colección excepcional, considerada una de las mejores de España.
San Sebastián (Donostia)
Si Bilbao es la vanguardia industrial, San Sebastián es la aristocracia del Cantábrico. Una ciudad de una belleza sobrecogedora, elegante y sofisticada, que vive de cara al mar y que te enamorará a cada paso.
- La bahía de la concha y el peine del viento
Pasear por la barandilla de La Concha, considerada una de las playas urbanas más bellas del mundo, es una experiencia obligatoria. Sigue el paseo hasta el final, donde las rocas se encuentran con el mar, y déjate hipnotizar por el Peine del Viento, el conjunto escultórico de Eduardo Chillida.
- La parte vieja
De día, un encantador entramado de calles estrechas con iglesias barrocas como la Basílica de Santa María del Coro. De noche, se transforma en el epicentro de la vida social donostiarra, un hervidero de gente yendo de bar en bar en busca del pintxo perfecto.
- Urgull e Igueldo
Los dos montes que custodian la bahía ofrecen perspectivas inolvidables. Sube al Monte Igueldo en su funicular de madera original de 1912 para obtener la foto de postal más icónica de la ciudad y disfrutar de su encantador y decadente parque de atracciones.
Gernika
Visitar Gernika es hacer un viaje al corazón espiritual y político del pueblo vasco. Es un lugar cargado de simbolismo, conocido mundialmente por el trágico bombardeo de 1937 inmortalizado por Picasso, pero cuyo significado es mucho más profundo.
- La casa de juntas y el árbol sagrado
Aquí se encuentra el epicentro de la democracia vasca. En su jardín, encontrarás el Árbol de Gernika, un roble bajo el cual los Señores de Bizkaia juraban respetar los fueros (las leyes propias vascas).
- Un legado de paz
El Museo de la Paz de Gernika ofrece una reflexión conmovedora sobre el bombardeo y la importancia de la paz y los derechos humanos.
Pueblos pesqueros
La costa vasca está salpicada de encantadores pueblos pesqueros que parecen detenidos en el tiempo.
- Hondarribia
Posiblemente el pueblo más bonito de la costa. Se divide en dos almas: el Casco Antiguo, amurallado y lleno de casas señoriales de piedra, y el barrio de la Marina, con sus coloridas casas de pescadores.
- Getaria
Un pueblo con una silueta inconfundible gracias al «ratón» que forma su monte. Cuna del navegante Juan Sebastián Elcano, su puerto pesquero es uno de los más auténticos, y sus calles huelen a pescado a la brasa, ya que es la meca de los asadores.
La tradición en vivo
Para una inmersión cultural total, intenta coincidir con alguna de estas experiencias:
- Asiste a un partido de Pelota Vasca: Visita un frontón y vibra con la velocidad y la fuerza de este deporte ancestral.
- Vive las Fiestas Locales: Si tu viaje coincide con las fiestas de algún pueblo o ciudad (las «jaiak»), no te las pierdas. La Aste Nagusia (Semana Grande) de Bilbao en agosto o la Semana Grande de San Sebastián son explosiones de alegría popular.
 
															Experiencias para todos: planes a medida
- Planes low cost para surfistas con presupuesto ajustado
- Senderismo Gratuito: Recorre a pie un tramo del Camino de Santiago de la Costa, haz la ruta del Flysch entre Zumaia y Deba o explora el Parque Natural de Urdaibai.
- Pintxo-Pote: Muchos bares, especialmente los jueves, ofrecen la fórmula «pintxo-pote», donde por un precio muy reducido (normalmente 2-3€) te dan una bebida y un pintxo.
- Playas y Atardeceres: Disfrutar de un atardecer desde la playa de Sopelana, el muro de la Zurriola o el malecón de Zarautz es un planazo que no cuesta nada.
 
- Planes con niños y familias
- Cursos de Surf en Familia: Muchas escuelas ofrecen clases adaptadas para niños y familias, una forma fantástica de compartir la pasión por las olas.
- Playas Seguras: Además de las zonas de iniciación al surf, playas como las de Lekeitio (con su isla a la que se puede llegar andando en marea baja), Gorliz o Hondarribia son perfectas para un día de playa en familia.
- Aquarium de San Sebastián y Museo Marítimo de Bilbao: Planes educativos y divertidos para descubrir la fauna marina del Cantábrico y la historia ballenera vasca.
 
- Otros deportes acuáticos
- Stand Up Paddle (SUP): Explora la bahía de La Concha, la ría de Plentzia o los acantilados de Zumaia a un ritmo más tranquilo.
- Kayak: Adéntrate en las cuevas y calas inaccesibles de la costa o navega por las rías de Urdaibai o el Oria.
- Windsurf y Kitesurf: Aunque menos populares que el surf, hay spots como la playa de La Arena (Muskiz) o la bahía de Txingudi donde se pueden practicar.
 
 
															Naturaleza y escapadas: Rutas y senderismo en Euskadi
- Ruta del Flysch
Un clásico imprescindible. Realiza el sendero que une Zumaia y Deba (o un tramo más corto desde Zumaia hasta la ermita de San Telmo) para caminar sobre un fenómeno geológico único. Las capas de roca verticales, que parecen un gigantesco libro de piedra, cuentan millones de años de historia de la Tierra.
- San Juan de Gaztelugatxe- Famoso mundialmente por «Juego de Tronos», este lugar es mágico por sí mismo. El reto consiste en subir los 241 escalones que serpentean sobre el mar hasta llegar a la ermita enclavada en el islote. La tradición manda tocar la campana tres veces y pedir un deseo. (Consejo: reserva tu acceso online con antelación, es gratuito pero obligatorio). 
- Parque Natural de Urkiola- A menos de una hora de la costa, este parque es el corazón de la mitología vasca. Ofrece desde paseos sencillos alrededor del Santuario de los Santos Antonios hasta ascensiones más exigentes como la del monte Anboto, morada de la diosa Mari. 
- Parque Natural de Gorbea y Hayedo de Otzarreta- El Parque Natural de Gorbea es otro de los grandes pulmones de Euskadi, coronado por su icónica cruz de 17 metros en la cima. Alberga infinidad de rutas, pero una de las más especiales es la que lleva al Hayedo de Otzarreta. Este bosque parece sacado de un cuento de hadas, con sus hayas centenarias de ramas retorcidas que crecen hacia el cielo. 
- Ermita de San Pedro de Atxarre- Si estás surfeando en la zona de Mundaka o Laga, esta corta pero intensa subida es obligatoria. Arriba, junto a una ermita, obtendrás la que probablemente es la mejor vista panorámica de 360 grados de toda la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, con la famosa ola de Mundaka, la playa de Laida y los meandros de la ría a tus pies. 
- Pasaia y la Travesía del Monte Ulia- Descubre uno de los puertos más pintorescos y con más historia de la costa. Pasaia se divide en dos pueblos enfrentados (Donibane y San Pedro) a ambos lados de una ría que parece un fiordo. La mejor forma de explorarlo es cruzar de un lado a otro en la pequeña barca motora. Para una caminata espectacular, realiza la travesía del monte Ulia, un tramo del Camino de Santiago que une Pasaia con San Sebastián. 
 
															Ocio y vida nocturna en el País Vasco
La energía que se vive en las olas durante el día se transforma cuando cae la noche, fluyendo hacia los cascos históricos y los paseos marítimos. La vida nocturna en el País Vasco es un reflejo de su cultura: empieza con buena comida, se centra en la socialización y puede alargarse hasta altas horas con muy buen ambiente.
San Sebastián (Donostia)
La noche donostiarra es famosa por su buen ambiente y se divide claramente en zonas y fases:
- El ritual de la parte vieja
La noche, casi obligatoriamente, arranca aquí. Las calles empedradas se convierten en un hervidero de gente practicando el «poteo», el arte de ir de bar en bar tomando algo corto.
- La zona de Reyes Católicos
A medida que avanza la noche, muchos migran desde la Parte Vieja hacia el centro. Aquí el ambiente cambia. Los bares de pintxos dan paso a «bares de copas» con música.
- El ambiente alternativo de Gros
Al otro lado del río, el barrio surfero de Gros ofrece una noche más relajada e informal. Es el lugar de las cervecerías artesanales, los bares con música indie y un ambiente más joven y alternativo.
Bilbao
Bilbao ofrece la noche más cosmopolita y variada, con ambientes muy diferenciados para todos los gustos:
- El casco viejo (Las siete calles)
Al igual que en Donostia, es el punto de partida ideal. Sus laberínticas calles combinan tabernas de toda la vida con bares modernos y locales de rock.
- Indautxu y Abando
Para una noche más sofisticada, el centro de Bilbao es el lugar. La calle Licenciado Poza es famosa por su increíble ambiente de «poteo», sobre todo los días de partido del Athletic Club.
- Música en directo y clubbing
Bilbao cuenta con la mejor oferta de conciertos y clubs. Salas míticas como el Kafe Antzokia ofrecen una programación cultural y musical de primer nivel.
Zarautz
La vida nocturna de Zarautz tiene una marcada estacionalidad: es en verano, especialmente en julio y agosto, cuando el pueblo explota de vida.
- El epicentro
La acción se concentra en el paseo marítimo y en la plaza del pueblo, conocida como «la Munoa». Las terrazas de los bares del malecón se llenan de gente joven, con un ambiente muy informal y surfero.
- La fiesta
La música suele ser comercial y el ambiente es de pura fiesta veraniega. La mejor noche del año es sin duda la de las fiestas patronales de agosto, cuando el pueblo entero se convierte en un escenario.
Más allá de la fiesta: planes de tardeo y terrazas con vistas
No todo es fiesta hasta altas horas. La cultura del «tardeo» (empezar a socializar por la tarde y retirarse más pronto) está muy extendida.
 
															El surf en la Costa Vasca Francesa (Iparralde)
A solo un corto trayecto en coche o en tren desde San Sebastián o Irún, se despliega el País Vasco francés, conocido en euskera como Iparralde («la parte norte»). Aquí, la cultura vasca se fusiona de manera única con la elegancia y el art de vivre francés, creando una atmósfera inconfundible.
El surf en Iparralde
La costa labortana (de Lapurdi) es famosa por su diversidad, ofreciendo desde las playas más seguras para aprender hasta olas de renombre internacional.
- Hendaye (Hendaya):
Como ya mencionamos, esta es la playa por excelencia para la iniciación. Sus tres kilómetros de arena fina, protegidos de las grandes marejadas por el cabo de Higuer, ofrecen olas suaves, largas y predecibles.
- Saint-Jean-de-Luz (San Juan de Luz):
Aunque la bahía principal de la ciudad es muy tranquila, en sus alrededores se encuentran algunas de las mejores derechas de la región. Lafitenia es una rompiente de arrecife de renombre que ofrece una ola larga y maniobrable.
- Guéthary (Getaria):
Este antiguo pueblo ballenero se ha convertido en un enclave bohemio y surfero. No tiene playas de arena, sino rompientes de arrecife para surfistas con experiencia. Parlementia es la más famosa, una derecha larga y potente que puede aguantar mucho tamaño.
- Biarritz:
Aquí empezó todo en los años 50. Biarritz combina a la perfección el glamour de su pasado aristocrático con una vibrante cultura surfera. La Côte des Basques es la cuna del surf europeo, una playa icónica con un paisaje espectacular, ideal para el longboard.
- Anglet:
Justo al norte de Biarritz, Anglet ofrece 4,5 kilómetros de playas de arena abiertas al mar. Es un paraíso de beach breaks consistentes y potentes. Playas como Les Cavaliers, La Madrague o Sables d’Or ofrecen picos de gran calidad para todos los niveles y acogen importantes competiciones de la WSL cada año.
Pueblos y ciudades que enamoran
Más allá del surf, Iparralde es un deleite para el viajero.
- San Juan de Luz (Saint-Jean-de-Luz): Un encantador puerto pesquero con coloridas casas vascas, una bahía resguardada perfecta para pasear y un centro peatonal lleno de tiendas y pastelerías donde probar los famosos macarons.
- Bayona (Bayonne): La capital cultural de Iparralde. Ligeramente hacia el interior, esta ciudad te cautivará con su centro medieval, sus calles estrechas, la majestuosa Catedral de Santa María y los edificios a orillas de los ríos Nive y Adour. Es famosa por su jamón y su tradición chocolatera.
- Pueblos del interior: Para una experiencia más rural y auténtica, adéntrate unos kilómetros para descubrir pueblos de postal como Ainhoa, Sare o Espelette, famoso mundialmente por sus pimientos rojos que cuelgan secándose de las fachadas de las casas.
 
															La huella del País Vasco
Llegamos al final de esta guía, pero en realidad, es aquí donde empieza tu propia aventura. Un viaje de surf al País Vasco comienza con la simple idea de deslizarse sobre una ola, pero lo que te llevarás de vuelta es infinitamente más profundo y complejo.
Es un viaje que se mide en sensaciones. Es el primer impacto del agua fría que te despierta cada fibra del cuerpo al entrar en el mar en una mañana de otoño. Es el sabor a sal y a victoria después de surfear una ola larga en Zarautz. Es la vista desde el agua, esa perspectiva única de los acantilados verdes y los caseríos blancos que te hace sentir increíblemente pequeño y a la vez, perfectamente en tu sitio. Es el calor que te recorre el cuerpo al entrar en un bar abarrotado en la Parte Vieja de San Sebastián, el sonido del txakoli al ser escanciado y el primer bocado de un pintxo que parece contener toda la sabiduría culinaria de una región.
Hemos recorrido sus playas, desde las más famosas hasta las más secretas; hemos explorado sus ciudades, que equilibran la vanguardia y la tradición; y nos hemos asomado a una cultura forjada en el trabajo duro, el respeto por la naturaleza y un inquebrantable sentido de la identidad. Descubrirás que el surf aquí no es solo un deporte, sino el último eslabón de una cadena histórica que une a este pueblo con el mar. Es la expresión moderna de la misma valentía que llevó a los arrantzaleak a enfrentarse a las ballenas y a los exploradores a dar la vuelta al mundo.
El País Vasco te desafiará en el agua, con olas que pondrán a prueba tu técnica y tu coraje. Pero te conquistará en tierra firme, con una generosidad y una autenticidad que te calará hasta los huesos. Es un lugar de contrastes: la furia de una marejada en Punta Galea y la paz de un atardecer en los montes de Urdaibai; la sofisticación de un restaurante con estrella Michelin y la sencillez rústica de una sidrería.
Así que, ahora te toca a ti. Usa esta guía como un mapa, pero permítete el lujo de perderte. Habla con la gente local, prueba ese pintxo que no sabes qué es, coge esa carretera secundaria que no sabes a dónde lleva. Porque la verdadera magia de Euskadi no está en seguir un itinerario, sino en dejar que su carácter te impregne. Ven a buscar olas y encontrarás mucho más: una tierra con alma, una cultura vibrante y, si tienes suerte, un pedazo de ti mismo que no sabías que estabas buscando. Esperamos que tus futuras sesiones aquí sean épicas y tus recuerdos, imborrables. Para cuando estés listo para tu próximo destino, te invitamos a seguir viajando a través de las mejores guías de surf de muchas otras ciudades. ¡Hasta pronto!
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